
Desde siempre me he sentido profundamente ligado a la tierra que me vio crecer. He visto como Valga ha ido mejorando, haciéndose más bella cada año que pasa. Disfruto recorriendo los pequeños remansos de paz que nos brinda la naturaleza, aunque por motivos de trabajo no puedo pasar todo el tiempo que desearía caminando (o pedaleando) por los mismos.
Hay algo que me llama la atención: a pesar de que mis vecinos son perfectamente sabedores de las maravillas que nos proporciona este territorio, parece que fuera de los límites de las cinco parroquias que lo componen no existe demasiado conocimiento de los monumentos naturales que nos regala, ni de las aportaciones que las gentes del lugar han sumado a las mismas a lo largo de más de tres milenios de ocupación humana.
Por ello, me he propuesto elaborar este pequeño proyecto. No es más que un sencillo y humilde blog en el que intentaré dar mi visión de Valga, con sus pequeñas grandes maravillas. Ojalá sirva de guía para que todos aquellos que no conozcan todavía este trocito del paraíso del Ulla puedan descubrirlo, al igual que yo lo he ido saboreando a lo largo de mi vida.
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