Día de degustación

Ayer fue un día agradable. A las 20:30h me dirigí al Museo Histórico Local de Valga. Todavía está sin inaugurar, aunque de vez en cuando se utiliza para algunos actos. Me he enterado de que se está terminando de catalogar el inventariado que ocupará la sección dedicada a la Bella Otero en el Museo. Espero que pronto lo hayan terminado y que podamos conocer un poco más sobre la vida de tan sonado personaje.

He visitado las tres exposiciones que estaban repartidas en dos de las plantas del edificio: la de los trabajos de labores de las Mulleres Rurais Albor, la de la Camelia y la del fondo pictórico de la asociación AGAEC. Este último presentaba obras de autores valgueses, gallegos y uno de ellos vasco (no recuerdo su nombre ahora mismo).

Lo cierto es que vale la pena verlas todas. Entre los trabajos de labores pudimos observar algunos de encaje de bolillos que nada tienen que envidiar a los de Camariñas. Las exposiciones de la camelia resultaban muy hermosas, con composiciones de todo tipo que daban un toque de alegría a la sala. Los cuadros, tocando mucha temática de Valga, (la Bella Otero, la Anguila, la Caña do país, etc) aportaban colorido por todos los rincones. Para aquellos que no han podido asistir, todavía están a tiempo de no dejar pasar la oportunidad de contemplarlas, ya que las exposiciones permanecerán abiertas al menos durante algunos días más.

Después de deleitarme la vista, llegó el turno de las intervenciones. Estas tuvieron lugar en la abarrotada sala-auditorio del Museo, cuya capacidad para 60 personas (sentadas) se quedó muy corta ante la asistencia de más de un centenar de visitantes. Escuchamos a la profesora de labores y a la Presidenta de las Mulleres Rurais Albor, a la presidenta de AGAEC y al Alcalde de Valga. Entre medias, Isi, el popular humorista estradense de la TVG, nos relató lo impresionado que se había quedado de Valga y de las obras expuestas. Con un humor muy cercano, nos contó anécdotas de su propia vida personal, y animó a participar en todas las iniciativas de manualidades de la asociación Albor y muy especialmente a participar activamente en el mundo del teatro. Lo cierto es que nunca fui un gran seguidor del humor de Isi, pero he de reconocer que el trato que tuvo con la gente durante todo el acto, su cercanía, su humor y su don de gentes hizo que saliese del Museo con una impresión muy positiva sobre su persona. Curiosa anécdota: las Mulleres Rurais Albor obsequiaron al humorista con el primer “hijo” de la camelia de la Bella Otero.

Terminadas las intervenciones, turno para la degustación de las Delicias Valguesas. Un vasito de chocolate relleno de licores elaborados a partir de la Caña do País: frambuesa, licor café, caña de herbas, blanca, tostada… invitaban a probar varias Delicias en compañía de buena gente. Francamente deliciosas las Delicias Valguesas.

Para finalizar, unos pinchos aderezaron el final de acto, dejándonos saciados y evitando que tuviésemos que dar cuenta de algún tipo de cena ligera.

Valga est optimus.