Xesús Ignacio Ferro Couselo

Valga es la cuna de nacimiento de personajes importantes. Uno de ellos, es el investigador, bibliotecario y archivero Xesús Ignacio Ferro Couselo.

Nació en Santa Comba de Louro (más conocida como Cordeiro), en el municipio de Valga, el 30 de junio de 1906. Entró en el seminario de Santiago de Compostela en 1918. Desde 1926 cursó Filosofía y Letras en la sección de Historia en la Universidad de compostelana. Influenciado por su tío, el sacerdote agrarista, arqueólogo, historiador y profesor del Seminario compostelano, Xosé Couselo Bouzas, colaboró con el Seminario de Estudios Gallegos, donde se relacionó con ilustres miembros del mismo, como Xaquín Lorenzo, y decidió no continuar con la carrera eclesiástica. 

En 1931 se trasladó a Vigo para dar clases en un colegio de los jesuitas. Fue uno de los fundadores de la revista Logos (de ideología galeguista y cristiana) y como delegado por Vigo participó en la fundación del Partido Galeguista. Tras la expulsión de los jesuitas, marchó en 1933 a Tui para enseñar en el colegio Lábor y fundó la revista Tude (1934). En abril del 1935 se afilió a los grupos galleguistas de Ultreya.

Con el objeto de preparar oposiciones, se estableció en Madrid, donde lo sorprendió el comienzo de la Guerra Civil. Durante el conflicto se mantuvo en la capital española, trabajando con distintas entidades (CNT, Patrimonio, Cruz Roja) y formando parte de las Milicias Populares Gallegas del Frente Popular.

Una vez finalizada la guerra, y tras ganar una plaza en el cuerpo facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, volvió a Galicia y se instaló en Ourense, donde pasó el resto de su vida. En esta ciudad, que lo nombró Hijo de Adopción, realizó una labor de defensa del patrimonio artístico e histórico muy importante, al frente del Museo Arqueológico Provincial (el cual ubicó en el palacio episcopal, aumentó sus fondos y en el que creó un equipo de colaboradores con Vicente Risco y Florentino López-Cuevillas). Inició la publicación del Boletín del Museo Arqueológico Provincial de Ourense (1943-1953) y del Boletín Auriense (1972-1981).

En esta nueva etapa no se olvidó del galeguismo político. En 1943 participó en la junta para reorganizar el Partido Galeguista en el interior, y en 1950 fue uno de los vocales del Consejo de Administración que dirigía la Editorial Galaxia. En 1951 ingresó en la Real Academia Galega, desde donde apoyó, junto con otros firmantes como Francisco del Riego, que el 17 de mayo se instituyese como el Día das Letras Galegas. En 1952 publicó su tesis doctoral, dirigida por Armando Cotarelo Valedor, bajo el título de “Los petroglifos de término y las insculturas rupestres de Galicia”.

En el año 1972 recibió la Encomienda de Alfonso X el Sabio, por su labor científica.

Falleció en la ciudad de las Burgas el 23 de abril de 1975, y fue enterrado en su Valga natal.

Posee una extensa bibliografía, compuesta por 121 trabajos, de los cuales 5 están escritos en portugués, 14 en gallego y los restantes en castellano. Entre los más destacados podemos encontrar:

• Xénesis e as primeiras dispersións dos pobos (1931-1932)
• Grandeza e fin da case e torre de Marceo (1952)
• Los petroglifos de término y las insculturas rupestres en Galicia (1952), tesis doctoral leída en 1946
• Deus Bandua da Veiga (1956)
• Cómo e por qué os escribanos deixaron de empregar o galego (1958)
• Del Ourense Monumental (1964)
• A vida e fala dos devanceiros (1967)
• Magosto do Señor San Martiño (1967)
• Las obras del convento e iglesia de Montederramo en los siglos XVI y XVII (1971)

Su figura está ampliamente reconocida. Es Hijo Predilecto de Valga, Hijo Adoptivo de Ourense, se le dedicó el Día das Letras Galegas en 1996, tiene calles a su nombre en Valga, Ourense o Narón, varios institutos y colegios llevan su nombre (IES Xesús Ferro Couselo de Ourense, CEP Xesús Ferro Couselo de Valga). Desde hace 16 años, se lleva a cabo el Premio de Investigación Xesús Ferro Couselo en el ayuntamiento de Valga, haciendo coincidir el fallo del jurado con las fiestas grandes del municipio.

Realmente es todo un privilegio contar en la historia de Valga con un personaje de su talla.